Histerectomía: Recuperación con ayuda de la fisioterapia de suelo pélvico.
Una histerectomía es una cirugía en la que se te extrae el útero. Puede ser necesaria si has tenido problemas como fibromas, endometriosis, cáncer de útero, o sangrados intensos que no se controlan con otros tratamientos. A veces, durante la operación también se retiran los ovarios y las trompas de Falopio. Esta cirugía también puede afectar tu suelo pélvico y tu calidad de vida.
La fisioterapia de suelo pélvico es una gran ayuda para la recuperación después de una histerectomía, ya que te ayuda a fortalecer los músculos, prevenir complicaciones como la pérdida involuntaria de orina y recuperar tu comodidad general, para que puedas volver a sentirte bien en tu día a día.
Recupera tu suelo pélvico tras la histerectomía: Tratamiento personalizado en Mataró.
La recuperación del suelo pélvico después de una histerectomía es fundamental para restaurar la función muscular, prevenir complicaciones como la incontinencia urinaria y mejorar la calidad de vida en general. En el Centro de Osteopatía y Salud Montserrat Cabré de Mataró, somos especialistas en la recuperación de estas patologías, y te explicamos cómo se aborda este proceso:
Importancia del suelo pélvico tras una histerectomía
Debilitamiento muscular: La cirugía puede debilitar los músculos del suelo pélvico, ya que la matriz (útero) ofrece soporte a estos músculos, y su extracción puede afectar la estabilidad pélvica.
Riesgo de incontinencia y prolapso: Si los músculos no se fortalecen adecuadamente, existe un mayor riesgo de incontinencia urinaria, prolapsos (caída de órganos pélvicos) y disfunción sexual.
Evaluación inicial del suelo pélvico
Examen físico: En el Centro de Osteopatía y Salud Montserrat Cabré de Mataró, nuestras fisioterapeutas especializadas evaluarán la fuerza, resistencia y coordinación de los músculos del suelo pélvico.
Cuestionarios de calidad de vida: Estos pueden incluir preguntas sobre síntomas de incontinencia, molestias pélvicas y función sexual para establecer una línea base antes de comenzar el tratamiento.
Técnicas y Ejercicios de Recuperación
Ejercicios de Kegel:
Contracciones voluntarias: Se trata de contraer y relajar los músculos del suelo pélvico, como si intentaras detener el flujo de orina. Estos ejercicios deben realizarse en series y repeticiones específicas, comenzando con series cortas y aumentando gradualmente la duración y frecuencia, siempre bajo la guía de nuestras fisioterapeutas especializadas.
Ejercicios isométricos: Mantener la contracción durante unos segundos antes de relajar, para mejorar la resistencia muscular.
Biofeedback:
Monitoreo del progreso: Se utilizan dispositivos que permiten a la paciente visualizar la actividad muscular durante los ejercicios, ayudándola a mejorar la técnica y la eficacia de las contracciones.
Corrección de la técnica: Ayuda a garantizar que los músculos correctos se están activando y que los ejercicios se están realizando correctamente.
Electroestimulación:
Estimulación eléctrica: Se pueden utilizar dispositivos de electroestimulación para ayudar a activar los músculos del suelo pélvico, especialmente si están muy debilitados y la paciente tiene dificultades para realizar contracciones voluntarias.
Respiración y relajación:
Integración con la respiración: Aprender a coordinar los ejercicios del suelo pélvico con la respiración, lo que puede ayudar a mejorar la efectividad de los ejercicios y reducir la tensión innecesaria en otros músculos.
Técnicas de relajación: Es importante también aprender a relajar los músculos del suelo pélvico, ya que la tensión constante puede causar dolor y disfunción.
Fortalecimiento del core:
Ejercicios de abdominales profundos: Incluir ejercicios que fortalezcan los músculos abdominales profundos (transverso abdominal), ya que estos trabajan en conjunto con el suelo pélvico para proporcionar estabilidad a la pelvis.
Pilates modificado: Programas de Pilates adaptados pueden ser útiles para mejorar la estabilidad del core y del suelo pélvico.
Progresión del entrenamiento
Fase inicial (0-6 semanas):
Enfoque en la conexión muscular: Inicialmente, los ejercicios deben ser suaves, centrados en la activación consciente y controlada de los músculos del suelo pélvico.
Movimientos simples: Realizar ejercicios en posiciones que reduzcan la carga sobre el suelo pélvico, como en decúbito supino (acostada boca arriba) o lateral.
Fase intermedia (6-12 semanas):
Aumento de la resistencia: Incrementar gradualmente la intensidad y duración de los ejercicios. Introducir variaciones de Kegel, como contracciones rápidas y lentas.
Integración con movimientos funcionales: Comenzar a integrar los ejercicios de suelo pélvico con movimientos más complejos y actividades diarias, como levantarse de una silla o caminar.
Fase avanzada (12 semanas en adelante):
Fortalecimiento completo: Los ejercicios deben incluir todas las partes del core, y se pueden añadir ejercicios de mayor impacto como sentadillas o levantamientos, siempre bajo supervisión.
Preparación para actividades de alto impacto: Para pacientes que desean volver a actividades más exigentes, como correr o deportes, se puede iniciar un entrenamiento específico bajo la guía de una fisioterapeuta.
Seguimiento y revisión
Reevaluaciones periódicas: Evaluar regularmente la fuerza y función del suelo pélvico para ajustar el programa de ejercicios.
Monitoreo de síntomas: Continuamente monitorear síntomas como la incontinencia o dolor para prevenir recaídas o complicaciones.
Educación y autocuidado
Evitar cargas excesivas: Durante los primeros meses, es importante evitar actividades que pongan una presión excesiva en el suelo pélvico, como levantar objetos pesados o ejercicios de alto impacto.
Higiene postural: Enseñar técnicas correctas para levantar objetos y realizar actividades diarias para proteger el suelo pélvico.
La recuperación del suelo pélvico después de una histerectomía es un proceso gradual que requiere paciencia, constancia y, preferiblemente, la supervisión de una fisioterapeuta especializada. En nuestro Centro te acompañamos en cada etapa del proceso para que puedas recuperar la fuerza y funcionalidad del suelo pélvico, mejorando así tu calidad de vida.